La mayoría de los dashboards asignan calificaciones genéricas como “bajo riesgo” a stablecoins o tokens grandes, sin ofrecer contexto. Treno rompe con ese esquema: nuestro modelo vincula cada posición con señales de riesgo reales basadas en datos on-chain —como problemas de gobernanza, fragmentación de liquidez o historial de actualizaciones. El resultado no es una puntuación abstracta, sino un análisis de riesgo concreto y útil.

Nuestro sistema combina múltiples capas: datos en bruto de la blockchain (transacciones, eventos de gobernanza), subgraphs de protocolos (TVL, tasas de interés, uso de colateral) y datos externos (auditorías, metadatos de tokens, información sobre emisores). Para stablecoins también evaluamos concentración de emisores y mecanismos de rescate. Todas las fuentes se actualizan periódicamente y se normalizan internamente.

Sí, pero con matices. Treno marca los protocolos con poca cobertura de datos y aplica reglas de precaución (por ejemplo, riesgo base elevado en contratos no auditados o con control centralizado). Verás claramente por qué se marca un protocolo, aunque sea nuevo o poco conocido. No hay “riesgo bajo” solo porque aún no haya sido atacado.

Las puntuaciones de riesgo se actualizan dinámicamente ante eventos relevantes, como actualizaciones de contratos, propuestas de gobernanza, picos de liquidación o grandes movimientos de capital. En stablecoins y protocolos mayores también analizamos señales regulatorias y cambios en custodios. La frecuencia depende del plan de usuario (diario en el plan gratuito, dinámico con caché en el plan Pro).

Treno agrega datos de distintas wallets y detecta dependencias comunes —como posiciones vinculadas al mismo rollup L2, oráculo o sistema de gobernanza. Estas correlaciones se reflejan explícitamente en la puntuación de riesgo, para ayudarte a evitar exposiciones sistémicas ocultas que otros trackers no muestran.